lunes, 13 de octubre de 2014

Crónica de una jornada solidaria

Crónica de una jornada solidaria

Me está resultando muy difícil hacer una crónica sobre lo vivido el pasado domingo… Llevo unas semanas muy sensible, con muchos movimientos energéticos en mi interior…la carrera Madrid-Segovia, la preparación del coro para la misa del quinto centenario de Santa Teresa, el encuentro de Maestros Reiki de Almagro, el curso que estaba haciendo de Reiki y Chakras y que justo terminó el sábado 11, el día anterior al evento…en fin que uno no para de sentir fluir la energía, mi alma y mi cerebro parecen centrifugadoras… para hablar de la Jornada Solidaria del Bienestar Emocional no encuentro palabras, todavía siento como vértigo… pero lo intentaré.
Hace unas semanas me llamó la gran compañera y maestra Virginia para pedirme que ayudase a organizar un evento solidario para NUPA, y yo, viviendo de ella, no pude decir que no, aunque realmente disponíamos de muy poco tiempo.. Desde el comienzo todo fluyó como un río de agua cristalina, Virginia y yo tocamos unos cuantos palos y enseguida respondieron bastantes empresas donando premios para una rifa, nos dejaron el gimnasio del colegio de mi hija, una gran familia ayudó en la Tapa Solidaria, conseguimos que compañeros de Reiki y de otras terapias se involucrasen al máximo, artistas donaron obra, otros amigos minerales, libros, bisutería taller de mandalas, concierto de cuencos tibetanos etc. para hacer del domingo 12 de octubre, una fecha para recordar. Alba, coordinadora de NUPA, también consiguió que hubiese actividades varias para la familia, pintar caras de los niños, taller para masajear cicatrices, un mago, y la presentación en primicia de una hermosa canción de Sara Raez escrita para los niños de NUPA. Al final resultó una fiesta donde los padres y los niños pudieron convivir y compartir algo más que las tristezas de una enfermedad rara, larga…!injusta! Pero ¿quiénes somos nosotros para juzgar si algo es justo o injusto?… yo solo puedo decir que gracias a que existe esa trágica realidad nos han permitido a un grupo de personas juntarnos en torno a la solidaridad para dar lo mejor de lo que disponemos, AMOR, y conseguir puntos para alcanzar las alas de ángel que nos vamos ganando día a día a través de buenas acciones.
Las empresas que han donado diferentes productos, no me lo han dado a mí, ni a Alba, ni a Virginia, sino a  los niños, a las familias, no estáis solos;  los voluntarios, todos habéis estado aquí por esos niños y esas familias que no han elegido pertenecer a NUPA, se han visto obligados por la vida, y esas familias son los que hacen un gran trabajo día a día, por ayudar a otros que están como ellos. Vosotros, familias de NUPA, sois los verdaderos héroes. Nosotros, los voluntarios, hemos estado un tiempo de un día dando lo mejor de nosotros, pero es que, viéndolo objetivamente, nos hemos beneficiado de la jornada porque hemos conocido terapias nuevas, personas nuevas que son ahora nuevos amigos, y que de aquí no se sabe lo que saldrá, nada malo, porque todo fluye desde el corazón, desde el amor más puro, el que no pone condiciones.
Es verdad que no se ha conseguido una gran asistencia de público, que eso ha tornando de gris un día azul, pero no pasa nada. Todos tenemos que hacer un examen de conciencia, ver lo que hemos hecho mal y  para la próxima vez, mejorar. Quizás no sea buena idea hacer un evento como este en domingo, ni el 12 de octubre. Quizás teníamos que haber empapelado Madrid o hacer más publicidad, o notas de prensa a los medios de ocio infantil…no sé…lo estudiaremos…Pero no pasa nada porque lo realmente importante es que la ilusión que hemos tenido al prepararlo, la que han tenido los padres, las emociones, los sentimientos vividos…el sentir que no están solos y que el ser humano es bueno…eso me hace estar orgulloso de mis amigos. Creo que tenemos que estar todos orgullosos.
Ayer fue la fiesta de NUPA y como tal todos disfrutamos, todos nos emocionamos.
Para terminar de transmitir lo que no puedo plasmar en palabras, ver a niños y jóvenes como Andrea, Adrián, Laura, Lucia, Daniel y a mi hija María, con ese entusiasmo, ayudando a atraer gente, a vender,  a transmitir la necesidad de ayuda… por verlos así ha valido la pena todo esfuerzo…por ver a los padres de NUPA con esa cara de satisfacción, de agradecimiento, de amor…eso tampoco tiene precio.
Sí, puede que no hayamos conseguido mucho dinero, pero hemos conseguido algo más importante, NUPA es algo más conocido,  y hoy podemos decir que todos SOMOS NUPA, y que nunca estaréis solos. Hemos conseguido poner un poco de ilusión en unos cuantos corazones heridos. Gracias por estar en éste mundo, vuestro sufrimiento es nuestra noble causa por la que luchar, ojala no hiciese falta, pero mientras una lágrima sea derramada por un corazón herido por la enfermedad, habrá una mano dispuesta a consolar desde el amor incondicional.
No lo olvidéis nunca.
Gracias por darme ésta oportunidad, gracias por hacerme ser un poco mejor persona.