Crónica de una
jornada solidaria
Me está resultando muy difícil hacer una
crónica sobre lo vivido el pasado domingo… Llevo unas semanas muy sensible, con
muchos movimientos energéticos en mi interior…la carrera Madrid-Segovia, la
preparación del coro para la misa del quinto centenario de Santa Teresa, el encuentro
de Maestros Reiki de Almagro, el curso que estaba haciendo de Reiki y Chakras y
que justo terminó el sábado 11, el día anterior al evento…en fin que uno no
para de sentir fluir la energía, mi alma y mi cerebro parecen centrifugadoras…
para hablar de la Jornada Solidaria del Bienestar Emocional no encuentro
palabras, todavía siento como vértigo… pero lo intentaré.
Hace unas semanas me llamó la gran
compañera y maestra Virginia para pedirme que ayudase a organizar un evento solidario
para NUPA, y yo, viviendo de ella, no pude decir que no, aunque realmente disponíamos
de muy poco tiempo.. Desde el comienzo todo fluyó como un río de agua cristalina,
Virginia y yo tocamos unos cuantos palos y enseguida respondieron bastantes
empresas donando premios para una rifa, nos dejaron el gimnasio del colegio de
mi hija, una gran familia ayudó en la Tapa Solidaria, conseguimos que
compañeros de Reiki y de otras terapias se involucrasen al máximo, artistas
donaron obra, otros amigos minerales, libros, bisutería taller de mandalas,
concierto de cuencos tibetanos etc. para hacer del domingo 12 de octubre, una
fecha para recordar. Alba, coordinadora de NUPA, también consiguió que hubiese
actividades varias para la familia, pintar caras de los niños, taller para
masajear cicatrices, un mago, y la presentación en primicia de una hermosa
canción de Sara Raez escrita para los niños de NUPA. Al final resultó una
fiesta donde los padres y los niños pudieron convivir y compartir algo más que
las tristezas de una enfermedad rara, larga…!injusta! Pero ¿quiénes somos
nosotros para juzgar si algo es justo o injusto?… yo solo puedo decir que
gracias a que existe esa trágica realidad nos han permitido a un grupo de personas
juntarnos en torno a la solidaridad para dar lo mejor de lo que disponemos,
AMOR, y conseguir puntos para alcanzar las alas de ángel que nos vamos ganando
día a día a través de buenas acciones.
Las empresas que han donado diferentes
productos, no me lo han dado a mí, ni a Alba, ni a Virginia, sino a los niños, a las familias, no estáis solos; los voluntarios, todos habéis estado aquí por
esos niños y esas familias que no han elegido pertenecer a NUPA, se han visto obligados
por la vida, y esas familias son los que hacen un gran trabajo día a día, por
ayudar a otros que están como ellos. Vosotros, familias de NUPA, sois los
verdaderos héroes. Nosotros, los voluntarios, hemos estado un tiempo de un día dando
lo mejor de nosotros, pero es que, viéndolo objetivamente, nos hemos
beneficiado de la jornada porque hemos conocido terapias nuevas, personas nuevas
que son ahora nuevos amigos, y que de aquí no se sabe lo que saldrá, nada malo,
porque todo fluye desde el corazón, desde el amor más puro, el que no pone condiciones.
Es verdad que no se ha conseguido una gran
asistencia de público, que eso ha tornando de gris un día azul, pero no pasa
nada. Todos tenemos que hacer un examen de conciencia, ver lo que hemos hecho
mal y para la próxima vez, mejorar. Quizás
no sea buena idea hacer un evento como este en domingo, ni el 12 de octubre. Quizás
teníamos que haber empapelado Madrid o hacer más publicidad, o notas de prensa
a los medios de ocio infantil…no sé…lo estudiaremos…Pero no pasa nada porque lo
realmente importante es que la ilusión que hemos tenido al prepararlo, la que
han tenido los padres, las emociones, los sentimientos vividos…el sentir que no
están solos y que el ser humano es bueno…eso me hace estar orgulloso de mis amigos.
Creo que tenemos que estar todos orgullosos.
Ayer fue la fiesta de NUPA y como tal todos
disfrutamos, todos nos emocionamos.
Para terminar de transmitir lo que no puedo
plasmar en palabras, ver a niños y jóvenes como Andrea, Adrián, Laura, Lucia,
Daniel y a mi hija María, con ese entusiasmo, ayudando a atraer gente, a
vender, a transmitir la necesidad de
ayuda… por verlos así ha valido la pena todo esfuerzo…por ver a los padres de
NUPA con esa cara de satisfacción, de agradecimiento, de amor…eso tampoco tiene
precio.
Sí, puede que no hayamos conseguido mucho
dinero, pero hemos conseguido algo más importante, NUPA es algo más conocido, y hoy podemos decir que todos SOMOS NUPA, y
que nunca estaréis solos. Hemos conseguido poner un poco de ilusión en unos
cuantos corazones heridos. Gracias por estar en éste mundo, vuestro sufrimiento
es nuestra noble causa por la que luchar, ojala no hiciese falta, pero mientras
una lágrima sea derramada por un corazón herido por la enfermedad, habrá una
mano dispuesta a consolar desde el amor incondicional.
No lo olvidéis nunca.
Gracias por darme ésta oportunidad, gracias
por hacerme ser un poco mejor persona.